Cuando empezamos a estudiar alemán, como cualquier otro idioma, nos interesa especialmente ampliar el vocabulario lo antes posible para expresarnos mejor. Lo ideal es tener un buen método desde el principio para así aprender más eficaz y más rápidamente. A lo largo de los años he visto que el método que mejor funciona es trabajar con las fichas. Podemos prepararlas de muchas maneras diferentes, dependiendo de nuestro nivel del idioma y del propósito con el que lo estudiamos. En esta entrada veremos cómo preparar las fichas para avanzar con un buen resultado estudiando alemán.
Los métodos que no (siempre) funcionan
No obstante, muchos de nosotros, cuando empezamos a estudiar alemán, lo hacemos aplicando un método poco eficaz, o aún peor, de forma absolutamente desordenada.
1. MÉTODO CAOS
Así, algunos apuntan las palabras nuevas en cualquier lugar, en libretas diferentes u hojas sueltas que luego no encuentran. De este modo generamos un caos no solamente en nuestros papeles sino también en nuestra cabeza, que no puede acordarse de las palabras que nos gustaría aprender. Esto nos puede generar inseguridad a la hora de expresarnos en el idioma, ya que nos falta el vocabulario importante cuando lo necesitamos.
2. MÉTODO LIBRETA
Los mejor organizados utilizamos libretas para apuntar las palabras nuevas. Las libretas tienen algunas ventajas como poder organizar y ordenar el vocabulario que queremos aprender y además podemos llevarlas a cualquier sitio para seguir estudiando. No obstante, tienen una desventaja: aprendemos el vocabulario siempre en el mismo orden, tal y como lo tenemos apuntado en la libreta. Parece que ya hemos aprendido las palabras, pero cuando queremos utilizarlas de repente nos damos cuenta de que no nos vienen a la cabeza. Esto pasa porque sabemos la palabra que va delante y la siguiente, y así ya anticipamos la palabra «que toca ahora». Pero a menudo no sabemos utilizarlas en un contexto nuevo.
Lo mejor es estudiar con fichas
Por eso es muy recomendable utilizar las fichas para aprender el vocabulario en alemán. Pueden ser tanto las fichas en papel (tamaño de tarjetas de visita), como las generadas en aplicaciones específicas como Anki. De las aplicaciones para aprender alemán hablaré en una de las próximas entradas. Las fichas en papel las podemos escribir a mano o utilizar una plantilla en el ordenador e imprimirlas posteriormente. La ventaja es que las hacemos a nuestro gusto y de forma individualizada para disfrutar más aprendiendo.
Fichas con sustantivos alemanes
Cuando aprendemos los sustantivos en alemán, deberíamos apuntarlos siempre con el artículo y el plural, sino nunca podremos utilizarlos correctamente. En alemán hay tres géneros gramaticales: el masculino (der), el femenino (die) y el neutro (das) que en muchas ocasiones no se corresponden con el género natural ni con el género en español. Además, existen cinco posibilidades para formar el plural.
Tanto el artículo como el plural de los sustantivos podemos encontrarlos en los diccionarios.

En la parte delantera de las fichas con sustantivos apuntamos el sustantivo en alemán, con el artículo y el plural. Es aconsejable aprender el vocabulario en un contexto, por eso siempre va bien apuntar también una frase ejemplar con cada palabra. En la parte de atrás anotamos la traducción al español.


También podemos hacer las fichas con sustantivos utilizando colores diferentes para los sustantivos de cada género. Algunos manuales de alemán también lo hacen. De esta manera ayudamos a nuestro cerebro a memorizar los artículos aún mejor.
Así podemos utiliar por ejemplo el rojo para todos los sustantivos femeninos:


El azul para los masculinos:


Y el amarillo para los neutros:


Además, hay a quienes les gusta añadir dibujos a sus fichas, para así acordarse todavía mejor de las palabras. Si somos muy visuales y nos gusta pintar, por qué no personalizarlas con un dibujo.



Fichas con verbos alemanes
Si se trata de los verbos, hay diferentes maneras de preparar las fichas, las cuales pueden depender de nuestro nivel de alemán y las materias que estamos estudiando en un momento dado.
En los diccionarios de alemán podemos encontrar la información sobre las formas irregulares de presente, así como el pretérito y el pretérito perfecto irregulares.
Podemos hacerlas muy simples apuntando solamente el verbo, a lo mejor con una frase como ejemplo.


Si los verbos son irregulares, es aconsejable siempre apuntr la segunda y/o tercera persona del singular, es decir, las dos formas que sufren el cambio de vocal.


Cuando aprendemos los tiempos pasados, podemos apuntar en las fichas las formas de pasado, es decir, el pretérito y el pretérito perfecto. También podemos anotar solamente una de ellas, aunque está bien aprender directamente las dos formas juntas.


También podemos usar diferentes colores para verbos que rigen dativo y acusativo. EN este ejemplo usamos azul para el acusativo y rojo para el dativo.


Otro ejemplo sería apuntar los verbos con la preposición o con el caso que rigen. Para facilitar el aprendizaje podríamos utilizar el color rojo para el dativo y el azul para el acusativo.
Fichas con adjetivos alemanes
También a la hora de aprender los adjetivos, tenemos que tener en cuanta que hay adjetivos regulares e irregulares. En el caso de los adjetivos irregulares tenemos que aprender el comparativo y el superlativo junto con la forma básica del adjetivo.
En los diccionarios podemos encontrar estas formas de los adjetivos.


Como trabajar con las fichas
Nos imaginamos que tenemos unas fichas con el vocabulario que nos gustaría aprender, por ejemplo 50 palabras nuevas. Las repasamos mirando primero las palabras en alemán intentando decir (en voz alta mejor) su significado y traducirlas al español. Luego miramos al otro lado de la ficha para ver si lo hemos acertado. Si es así, la ficha va al montón de la izquierda, y si no lo sabemos, a la derecha. Después repetimos lo mismo, pero solamente con las fichas de la derecha, es decir, con el vocabulario que no hemos podido traducir todavía. Así lo repetimos hasta aprendernos todo.
Una vez aprendidas las 50 palabras, lo intentamos hacer al revés. Miramos las palabras en español y intentamos decirlas (en voz alta) en alemán. No omitamos este paso, aunque sea más difícil. Es mucho más eficaz. De vez en cuando barajamos las fichas para no repasarlas siempre en el mismo orden. De este modo evitamos el «efecto libreta».
Las fichas las podemos llevar con nosotros a todas partes para aprovechar cualquier momento libre y repasarlas.
Pasado un tiempo, por ejemplo un meso o dos, podemos volver a repasar todo el vocabulario que estábamos aprendiendo hasta aquel momento.
¡Qué disfrutéis mucho aprendiendo alemán con las fichas!